En el día a día industrial, es muy común que técnicos, compradores o personal de mantenimiento soliciten un rodamiento por su designación principal: “6205”, “22210”, “30206”… Pero muchas veces se pasa por alto un detalle que marca la diferencia entre un repuesto funcional y uno que puede fallar prematuramente: el sufijo del rodamiento.
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Los sufijos en los rodamientos aportan información crítica sobre el tipo de sellado, holgura interna, tipo de lubricación, material de la jaula, e incluso la precisión dimensional. Y aunque existen normas que regulan la designación básica del rodamiento, los sufijos no están estandarizados entre marcas. Ese es el verdadero reto al reemplazar o seleccionar un rodamiento.
Sufijos de rodamientos: un lenguaje único por fabricante
Cada fabricante ha desarrollado su propio sistema de códigos. Aunque muchas veces los sufijos hacen referencia a las mismas funciones, estos se expresan de forma distinta según la marca.
Un caso muy representativo es el de los sellos de contacto de NBR (caucho nitrilo). Dependiendo del fabricante, un rodamiento sellado a ambos lados puede presentarse como:
- 2RS1 o 2RSH en SKF
- 2RSR en FAG o INA
- 2RS2 o RSR en NKE
- LLU o LU en NTN
- DDU o VV en NSK
- 2RS en marcas genéricas
A simple vista parecen iguales: todos tienen un sello negro y cumplen con la función de proteger y retener la grasa. Sin embargo, al momento de hacer un cruce de marca o elegir un reemplazo, no entender el sufijo puede llevar a una mala decisión.
¿Qué más indican los sufijos en los rodamientos?
Además del tipo de sellado, los sufijos también pueden especificar:
- Holgura interna: como C3 o C4, que indican mayor espacio entre los elementos, ideal para altas temperaturas o velocidades.
- Tolerancia de precisión: como P6 o P5, fundamentales en máquinas herramienta o aplicaciones de precisión.
- Tipo de jaula: metálica, de poliamida o latón, dependiendo del entorno de uso.
- Lubricación: algunos sufijos indican si el rodamiento viene con grasa especial o si está libre de lubricante.
Esto significa que dos rodamientos con el mismo número base pueden comportarse de forma completamente distinta, dependiendo de sus sufijos.
¿Por qué los sufijos generan confusión?
Porque incluso dentro de una misma marca puede haber variaciones. Por ejemplo, SKF usa 2RS1 y 2RSH como sellos de NBR, pero con diferencias en su geometría y fricción. Lo mismo ocurre con marcas como FAG (2RSR) o NKE (2RS2).
Además, es común que los técnicos en planta pidan el rodamiento “por cómo se ve”, sin saber si el original tenía holgura especial o un sello de fluoroelastómero en lugar de nitrilo. Esta falta de información puede derivar en:
- Fallas prematuras
- Recalentamientos
- Fugas de grasa
- Reducción de vida útil del rodamiento
¿Cómo evitar errores al identificar un rodamiento?
Para elegir correctamente un rodamiento con sufijo, sigue estas recomendaciones:
- No confiar solo en el aspecto visual
- Leer toda la designación completa, incluyendo el sufijo
- Confirmar el uso y condiciones reales de operación
- Consultar con un proveedor técnico de confianza
En IPM te ayudamos a interpretar correctamente la referencia
En IPM Global Import no solo vendemos rodamientos. Acompañamos a nuestros clientes para que cada pieza funcione como debe. Y eso empieza por entender bien la designación completa del rodamiento.
¿Tienes una referencia incompleta? ¿Una marca poco conocida? ¿Un sufijo confuso? Nosotros te ayudamos a interpretarlo. Además, si existe una mejor alternativa —en costo, rendimiento o disponibilidad—, te la proponemos con total transparencia.
Conclusión: Los sufijos importan tanto como el número del rodamiento
El número de un rodamiento es solo la mitad de la historia. Los sufijos dicen todo lo demás: cómo está sellado, qué holgura tiene, qué tipo de lubricante usa, y qué tan preciso será bajo carga y temperatura.
Conocer los sufijos evita errores. Entenderlos permite tomar mejores decisiones. Y si necesitas ayuda, en IPM estamos para eso.